El estado nutricional perioperatorio está íntimamente ligado con el desarrollo de complicaciones postquirúrgicas, infecciosas y no infecciosas, y mortalidad. En el estudio multicéntrico español Prevalencia de Desnutrición y Costes Asociados (PREDyCES), la prevalencia de desnutrición del paciente quirúrgico se estableció en un 10%. 
No obstante, estas tasas se ven incrementadas en cirugías oncológicas en localizaciones torácicas (pulmón, estómago, esófago), cabeza y cuello, etc.

En este grupo de pacientes, la desnutrición perioperatoria está causada en la mayoría de los casos por la disminución de la ingesta y por los cambios metabólicos (aumento del metabolismo basal, insulinorresistencia, lipólisis o proteólisis) provocados fundamentalmente por el síndrome de respuesta inflamatoria sistémica y factores catabólicos derivados de la enfermedad oncológica, efectos todos ellos que se verán incrementados en el periodo postquirúrgico por la agresión y estrés metabólico que supone la intervención.